Cuánto más conscientes somos de lo que sentimos, más poder tenemos para influir en esos sentimientos. Reserve dos o tres momentos específicos del día para preguntarse en qué cuadrante emocional se encuentra. Si está en uno de los negativos de la izquierda, trate de entender cuál fue la circunstancia que lo puso allí.
La energía es contagiosa. ¿Qué efecto tiene su energía en las personas que lo rodean? Si usted es un líder, el efecto será mayor, en virtud de su posición. Después de una conversación en la que usted interviene, pregúntese si la persona con la que ha estado conversando se ha ido con una impresión mejor o peor de la que tenía al comienzo de la conversación. En uno u otro caso, ¿cómo contribuyó usted?